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No tengo palabras, no tengo lunas, no tengo fotos, no tengo nada. Que se paren los relojes... no quiero Auden, no quiero poemas ni ideas sustanciales. No. No quiero despliegues semánticos de alusiones literarias, ni bucear en mi inconsciente, no quiero, no quiero jugar. Esta noche no. No quiero tampoco decepcionarte y que cuando me vengas a buscar, no me encuentres... No. Quiero conciliarme contigo esta noche, callada, en silencio. Escuchar el silencio y dejar que se apacigüe el ruido de mi interior.